Marguerita esperaba que su propia cirugía de pérdida de peso inspirara a su hermana a afrontar una lucha permanente con la obesidad - y tal vez que salvara su vida.

Margueritas Bariatric Surgery at the University of Illinois Hospital

"Mi peso empezó a tener un impacto en mi trabajo. Estaba sufriendo de migrañas y tenía miedo de sufrir un derrame cerebral. Desarrollé artritis y no podía caminar con mi perro ni arrodillarme en la iglesia. Entonces, en 2008, una nietecita estaba en camino y yo necesitaba ser capaz de cargarla. Al mismo tiempo, estaba tratando de conseguir que mi hermana, que era una mujer muy grande que pesaba más de 400 libras, hiciera algo sobre su peso. La gente no le presta tanta atención a tus palabras, pero sí miran lo que haces, así que pensé que si ella veía que me hacía una cirugía y que tenía buenos resultados, ella también se la haría.

Cuando me decidí por la cirugía laparoscópica de banda gástrica ajustable, no había duda de dónde lo haría. Trabajé en el Sistema de Ciencias de la Salud y Hospital de la Universidad de Illinois (University of Illinois Hospital & Health Sciences System) hasta que me jubilé el año pasado. Mis médicos estaban allí y conocía el Centro de Cirugía Bariátrica.

La cirugía salió muy bien. Entré y salí el mismo día y el peso comenzó a desaparecer. En poco tiempo pude arrodillarme en la iglesia y llevar a mi perro a dar un paseo. Cuando mi hermana vio que mi cirugía fue exitosa, decidió someterse a la cirugía también. Finalmente, recibió la carta de la aseguradora diciendo que pagarían por su cirugía. Desafortunadamente, fue muy tarde. Ella falleció al día siguiente.

Sé que a ella también le habría ayudado. Y sé que está orgullosa de mí.