Enfermedad Hepática Alcohólica

La enfermedad hepática alcohólica se diagnostica cuando hay un daño en el hígado debido al abuso del alcohol, que puede incluir alcoholismo, consumo compulsivo o simplemente consumo excesivo de alcohol. Con el transcurso de los años, el abuso del alcohol daña el hígado, lo cual lleva a una enfermedad hepática relacionada con el alcohol.

Cuando se consume alcohol, se metaboliza en el hígado. Durante este proceso, el cuerpo produce sustancias que pueden dañar el hígado. Si un individuo continúa bebiendo en exceso, el hígado sufre cada vez más daño, lo que eventualmente afecta su función y a menudo conduce a una insuficiencia hepática.

Aunque la enfermedad hepática alcohólica no afecta a todas las personas que beben en exceso, el riesgo aumenta con la frecuencia y la cantidad de alcohol que se consume. El Colegio Estadounidense de Gastroenterología informa que los hombres que beben más de tres tragos por día y las mujeres que beben más de dos tragos por día durante cinco años tienen un mayor riesgo de padecer enfermedad hepática alcohólica.

Alcoholic Síntomas de la Enfermedad Hepática Alcohólica

Cuando la enfermedad hepática alcohólica se desarrolla por primera vez, es posible que la persona no experimente ningún síntoma; pero con el tiempo, el daño aumenta y los síntomas aparecen gradualmente. Los síntomas de la enfermedad hepática alcohólica pueden incluir:

  • Función cerebral deteriorada
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos)
  • Agrandamiento del hígado
  • Fallo del hígado

El sangrado en el tracto digestivo es una complicación de la enfermedad hepática alcohólica.

Hay tres tipos principales de enfermedad hepática alcohólica: hígado graso, hepatitis alcohólica y cirrosis. Dependiendo del tipo de daño hepático sufrido, los pacientes pueden desarrollar otros síntomas.

Por ejemplo, la hepatitis alcohólica causa inflamación del hígado. La cirrosis puede conducir a una gama completa de complicaciones graves para la salud, incluidas las várices esofágicas, que son venas agrandadas en el esófago, y la hipertensión portal, que es la presión arterial elevada en la vena que va al hígado.

Tratamiento de la Enfermedad Hepática Alcohólica

Si un médico sospecha que usted tiene una enfermedad hepática relacionada con el alcohol, puede hacerle preguntas sobre su consumo de alcohol y realizarle un examen físico. También se pueden utilizar análisis de sangre e imágenes en el diagnóstico. Las opciones de tratamiento para la enfermedad hepática alcohólica variarán dependiendo del tipo de enfermedad hepática que se haya diagnosticado. En la mayoría de los casos, el hígado graso puede aliviarse con cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y una dieta saludable.

La hepatitis alcohólica y la cirrosis tienen efectos más complejos y graves en la salud general. Si se le diagnostica cualquiera de estas enfermedades, el médico le recomendará la abstinencia de alcohol, lo cual puede retrasar el progreso de la enfermedad.

El tratamiento también puede incluir recomendaciones para cambios en el estilo de vida, prescripción de una dieta especial o suplementos vitamínicos, medicamentos para tratar los síntomas individuales e incluso un trasplante de hígado en casos en los que el daño hepático sea sustancial e irreversible.